Veo a mi alrededor y estoy esperando que mi maestra le diga a un estudiante que se ponga su cubrebocas o que se tiene que cubrir su nariz y boca correctamente por que esperar eso se a hecho algo normal. Se ha convertido en algo tan común que ahora que veo a mis amigos sin un cubrebocas es muy raro. 

Estar sin cubrebocas en la escuela ya no es algo “malo”, sin embargo, muchos aún lo piensan asi , y se hace tan obvio en los pasillos con las caras que hacen algunos  estudiantes hacia otros. ¿Pero por qué? ¿Cómo es posible que algo tan simple como cubrirse la cara pueda convertirse en algo socialmente crucial y tan ampliamente aceptado en solo dos años?

La verdad es que en un par de años cambió la definición de lo “normal”. Antes de todo esto, si me hubieran preguntado qué era  normal, no lo pensaría dos veces; Describiría un mundo sin cubrebocas que no sabía nada sobre el virus, Covid-19.

Usar un cubrebocas no es normal, pero de alguna manera se siente necesario en el mundo de hoy, por muchas razones. De la misma manera, elegir no usar uno es perfectamente normal y, sin embargo, parece que no lo es.

De ninguna manera creo que se deba obligar a las personas a hacer una cosa u otra, pero nosotros como sociedad no debemos escudriñar a quienes eligen usar cubrebocas y a quienes eligen no hacerlo con comentarios o miradas de disgusto. Es difícil darse cuenta de que elegir a favor o en contra del enmascaramiento es unidireccional: la sociedad no se está adaptada  a la vida anterior al Covid-19  y cuán difícil es realmente la transición.

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